El crecimiento de la burocracia es inevitable en cada cambio de gobierno, pues el Presidente que asume el poder, lo hace acosado por los compromisos adquiridos en la campaña electoral o sufre la presión de los partidos y partidarios que contribuyeron para su triunfo, y ahora piden su parte en él, “ayudándole a gobernar”, gestión que implica exigencia de empleos y más empleos.
Por eso en cada gobierno aumenta la burocracia; pero en el actual, ha sobrepasado todo cálculo y medida. Lo que no se puede aceptar, es que apliquen procedimientos para disimular, mejor dicho para engañar al pueblo en este aspecto que no solo cuesta un montón de millones, sino que reduce la eficiencia del servicio público y muchas veces lo envilece. En efecto, en esta vez, se dio un gran empujón a la burocracia, extendiendo nombramientos a diestro y siniestro, por miles, hasta reventar las oficinas públicas; luego, en declaraciones oficiales, se finge alarma por la situación por ellos creada, y se anuncia la reducción de la burocracia inflada con tanto entusiasmo. Pero la reducción burocrática es “respetando” los derechos de los despedidos, esto es pagando las indemnizaciones de ley, para lo cual se creó una partida que pasa de los 50 millones de dólares. Entonces, sacan a los viejos empleados y se quedan con los nuevos, los que entraron con el partido Alianza PAIS.
Hace poco salieron más de 600 empleados y trabajadores de Petroecuador, para lo cual se utilizó el ladino argumento de que formaban parte de una empresa que comercializaba derivados, empresa creada oficialmente y que funcionaba con todas las de ley; hace pocos días se dio la información de que del Ministerio de Agricultura serán eliminados más de 1.000 burócratas. Y en el Ministerio de Salud se aplica ya esa ley que obliga a los empleados que cumplen 70 años a retirarse, ley dictada por la mayoría de la Asamblea Nacional dócil y servidora del Ejecutivo.
Esto está claro, todo lo ven, pero vivarachos del gobierno creen que están engañando al pueblo. Jorge Vivanco - Diario Expreso
Por eso en cada gobierno aumenta la burocracia; pero en el actual, ha sobrepasado todo cálculo y medida. Lo que no se puede aceptar, es que apliquen procedimientos para disimular, mejor dicho para engañar al pueblo en este aspecto que no solo cuesta un montón de millones, sino que reduce la eficiencia del servicio público y muchas veces lo envilece. En efecto, en esta vez, se dio un gran empujón a la burocracia, extendiendo nombramientos a diestro y siniestro, por miles, hasta reventar las oficinas públicas; luego, en declaraciones oficiales, se finge alarma por la situación por ellos creada, y se anuncia la reducción de la burocracia inflada con tanto entusiasmo. Pero la reducción burocrática es “respetando” los derechos de los despedidos, esto es pagando las indemnizaciones de ley, para lo cual se creó una partida que pasa de los 50 millones de dólares. Entonces, sacan a los viejos empleados y se quedan con los nuevos, los que entraron con el partido Alianza PAIS.
Hace poco salieron más de 600 empleados y trabajadores de Petroecuador, para lo cual se utilizó el ladino argumento de que formaban parte de una empresa que comercializaba derivados, empresa creada oficialmente y que funcionaba con todas las de ley; hace pocos días se dio la información de que del Ministerio de Agricultura serán eliminados más de 1.000 burócratas. Y en el Ministerio de Salud se aplica ya esa ley que obliga a los empleados que cumplen 70 años a retirarse, ley dictada por la mayoría de la Asamblea Nacional dócil y servidora del Ejecutivo.
Esto está claro, todo lo ven, pero vivarachos del gobierno creen que están engañando al pueblo. Jorge Vivanco - Diario Expreso
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