domingo, 14 de noviembre de 2010

Nombres, entre lo raro y original

La tradición de registrar al recién nacido con el nombre que señala el calendario quedó atrás. Hoy los padres optan por nombres de actores de cine y de artistas, así como de personajes de telenovelas y americanizados.

Los nombres raros como Tiburcio, Agapito, Pancracio, Benemérito, Bienvenido, Próspero, etc., pasaron de moda para dar paso a otros como: Wisin, Yandel, Hannah (Montana), Brad Pitt, Edward, Kaká o Beckham, sacados de una lista que muchas veces ni siquiera saben cómo escribir.

Por ejemplo, Arquímides Benítez y Josefa Salazar pensaban registrar a su hija -nacida el 24 de septiembre pasado- con el nombre de Mercedes de Jesús; pero finalmente le pusieron Bella Hermione, personajes de la saga Crepúsculo y Harry Potter. “Esos nombres son más bonitos y están de moda”, indicó la pareja de esposos manabita que desde hace tres años vive en Guayaquil.

Igual situación sucedió con Carlos Ruiz y Carmen Mora, quienes desecharon la idea de bautizar a su hija con el nombre de Cleopatra, como se llama la abuela. Sin embargo, no descartaron Shakira, en honor a la artista colombiana.

Mientras que Felipe González y Martha Noboa inscribieron a sus gemelas con los nombres de Melissa Dennis y Fiorella Vanessa. Estos tienen características particulares: dos s, dos n o doble l que -según sus padres- suenan bonito y los hace diferente a los demás.

En cambio, hace siete años Jefferson Caamaño y Cindy León registraron a su primogénita con nombres de países Colombia Argentina, debido a que la niña fue concebida durante una gira turística que tuvieron los esposos.

La asistente de Proceso del Registro Civil del Ecuador, Mery Rivas, reveló que aproximadamente el 80% de las 300 inscripciones diarias que receptan en Guayaquil insiste en nombres raros.

Citó el caso de una pareja que quiso ponerle a su hijo Kaká, sobrenombre del jugador brasileño Ricardo Dos Santos, pero eso no fue permitido.

Hay quienes ni siquiera saben cómo se escribe el nombre y cometen errores, como por ejemplo Estiben en vez de Steven; Jhose en lugar de Josué; o Estalin por Stalin.

Hacer cambiar de opinión a los padres o representantes del menor no es fácil. Están los que discuten y hasta los que llegan al extremo de presentar su queja ante la Defensoría del Pueblo porque consideran que sus derechos constitucionales han sido violentados.

“Lo que algunos padres no comprenden es que están ridiculizando a sus hijos”, sostuvo el portavoz de la entidad, Roberto Toledo.

El funcionario recordó un fragmento del art. 78 de la Ley de Registro Civil, emitida en 1976 que dice: “Queda prohibido emplear en la inscripción de un nacimiento como nombres los que constituyan palabras extravagantes, ridículas, que denigren la personalidad humana o que expresen cosas o naciones, a menos que su uso como nombre sea una tradición”. También explicó que quienes deseen cambiar suprimir o agregar el nombre tienen como alternativa el artículo 84 de la misma ley.

El interesado debe ser mayor de 18 años, estar en estable salud mental y pagar una tasa que cuesta 2 dólares.

Jonathan Centeno, de 47 años, se acogió a esta ley. Hace cinco años cambió su segundo nombre Edilberto, por el de Robert. “Ahora mis dos nombres suenan y se leen bien”, manifestó, al señalar que no tuvo ningún problema legal por tratarse del nombre secundario.

Los padres “arrepentidos” del nombre que pusieron a sus hijos menores también pueden solicitar el cambio. El reemplazo es por una sola vez, después no valen los argumentos, aclaró Toledo.

Antes de la creación del Registro Civil, en 1901, la Iglesia llevaba la identificación de la población. Incluso, tras crearse la entidad de identificación, mucha gente acostumbraba a mandar hasta a los vecinos a inscribir y ponerle nombres a sus niños. Además, era normal que a una persona se le pongan 5 y hasta 10 nombres. Ahora eso no está permitido.

El padre César León Barahona, párroco de la iglesia San Gabriel La Dolorosa, recordó haber bautizado a muchos niños con nombres raros o de moda como: Nahá, Annd, Dubel, entre otros. “Los padres de ahora no se guían por el Santoral, sino por el artista de su gusto y nosotros como sacerdotes no tenemos por qué cuestionar esos gustos al momento del bautizo”, indicó.

Raros u originales, lo importante es que los padres sepan elegir bien los nombres de sus hijos para que estos no sientan vergüenza.

Manabí, encabeza la extraña lista
Basta ojear el directorio telefónico de Manabí para encontrarse con nombres raros como Lindo Ecuador, Cristóbal Colón, Unidad Nacional, Burger King y Alí y Conflicto Internacional. La lista es extensa.

La mayoría de los manabitas considera que de esta manera son originales, minimizando las burlas de las futuras amistades, especialmente las que están fuera de la provincia. Diario Expreso

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