jueves, 11 de noviembre de 2010

¡Entraron a su casa, la pusieron de cabeza y solo se llevaron computadores!

Con voz temblorosa Patricio Armijos, abogado defensor de los policías involucrados en la revuelta del 30-S, relataba cómo los delincuentes ingresaron a su casa, ubicada en la décimo sexta transversal de la vía vieja a Guangopolo, en el nororiente de Quito.

Su celular no paraba de sonar y narraba contrariado que los malandrines ingresaron armados con pistolas a la amplia habitación, donde su esposa y su hijo menor miraban uno de sus programas favoritos. Aterrados observaron cómo los delincuentes les apuntaron con armas y luego eran maniatados fuertemente con cintas de embalaje.

Mientras ellos eran amedrentados por los pillos, otro de sus hijos ingresaba al domicilio. Al darse cuenta de la presencia del joven los atracadores se ocultaron rápidamente para emboscarlo.

El tiempo parecía haberse detenido en la casa de la familia Armijos. Los ladrones ponían la casa de cabeza y hurgaban en cada rincón. El abogado no se encontraba en el domicilio en ese momento.

Aunque en la casa existían cosas de valor, los hampones solo se llevaron las computadoras, arrancaron una cortina y abrieron la puerta principal con el control remoto para luego fugarse.

La esposa de Armijos, Margoth Alaya, aseguró que “nos amenazaron con una pistola, luego nos amarraron. Yo les pregunté porque nos hacían esto y ellos respondieron: eso es por culpa de tu esposo que nos está haciendo daño. Después hicieron una llamada y dijeron teniente estamos listos vamos a salir”.

En una de las computadoras estaba parte de los expedientes de los policías involucrados en la insubordinación del 30 de septiembre.

Por su parte, el personal de Criminalística de la Policía recorrió cada centímetro del inmueble buscando vestigios que conduzcan al paradero de los delincuentes y las posibles causas del suceso.

La Unidad de Delitos contra la Propiedad de la Policía Judicial de Pichincha también estuvo en el lugar recogiendo las versiones de los afectados para iniciar las investigaciones del caso.

La semana pasada también fue atacado el juez Juan Pablo Hernández, a quien le destrozaron su vehículo que estaba estacionado en el garaje de su casa. Hernández es uno de los jueces que lleva adelante una de las investigaciones del hecho del 30 de septiembre.

Armijos indicó que iniciará nuevas acciones, para lo que hoy acudirá a la 16:30 al Consejo de Policías y Clases. Diario Extra

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