jueves, 11 de noviembre de 2010

Más de 10 años después de la crisis, ¿valió la pena emigrar?

¿Ha valido la pena emigrar? Esa es la pregunta que se hacen muchos ecuatorianos cuando han transcurrido más diez años de la crisis bancaria que quebró la economía de miles de familias, desencadenando el éxodo a España. Ahora los inmigrantes viven otra crisis, pero en España. Oficialmente existen 382.129 ecuatorianos con permisos de residencia y, de estos, 177.340 aportan a la Seguridad Social. Unos 50.000 cobran seguro de desempleo y otros 57.209 no tienen edad para trabajar. Es decir, no se sabe de qué viven alrededor de 80.000 compatriotas. En estas estadísticas ya no figuran los casi 100.000 que se han nacionalizado.

EL UNIVERSO habló con tres ecuatorianos. ¿Están arrepentidos de haber emigrado? “No, al contrario, ha valido la pena”, dice José Pincay, reafirmando la decisión tomada hace casi una década, cuando abandonó Guayaquil, con 27 años de edad y tomó un vuelo a Barcelona el 15 de enero del 2001. Parte de su familia se había adelantado en la aventura, incluso la que fue su mujer, la madre de sus tres hijos mayores. Ahora Pincay tiene dos hijos más, pero de otro compromiso. Su vida ha cambiado mucho en todos estos años, en los que ha trabajado en múltiples oficios. Ha hecho de albañil, de electricista, de agente inmobiliario, etc. No fue fácil abrirse camino en un país distinto, y menos cuando después la crisis le mostró su peor cara.

“Me quedé sin trabajo a finales del 2008 y acabo de conseguir uno en una obra en construcción”, explica. Con todo, no se arrepiente de haber emigrado, porque España da unos beneficios que Ecuador no le puede ofrecer. “Cuando no tuve trabajo, recibía el paro (subsidio de desempleo) y la situación se hace más llevadera”.

Geovanny Briones renunció a su trabajo en el Municipio de Balzar y recibió un finiquito de 700.000 sucres. Al otro día, un 6 de julio del 2000, con 32 años, viajaba hasta Barcelona para encontrase con su mujer. Ella se había desplazado seis meses antes. “Al principio todo fue difícil. ¿Usted sabe lo que es vivir en un piso (departamento) con otras 16 personas, y a veces hasta con 25?”, dice, tras recordar los aciagos días de estrecheces. “Lo bueno es que encontré trabajo rápidamente. He hecho de todo: mozo de almacén, albañil, repartidor de publicidad y ahora estoy en una empresa de limpieza”.

Con el tiempo consiguió la estabilidad que le permitió traer a sus dos hijos, que ya tienen 19 y 16 años de edad. Además, la familia creció, porque hace dos años nació su último vástago.

Pero en los últimos tiempos han sucedido tantas cosas en España que lo han llevado a meditar sobre su futuro. Ya tiene 42 años, y la situación laboral ha cambiado de manera dramática. El desempleo ronda la esquina. ¿Le ha valido la pena emigrar? “Creo que sí, al menos al principio, pero ahora no lo sé… Quizás sea el momento de volver....”.

La mantense Othita Vera vino a Barcelona en 1996 –época en que casi no existían ecuatorianos en España– para hacer estudios de hematología. Y aunque no era su plan inicial, se quedó porque encontró la posibilidad de trabajar en su profesión. Ahora, con 42 años de edad, considera que ha sido una testigo de excepción de la migración ecuatoriana, porque ha visto el desembarco de sus compatriotas, los problemas que han pasado y la destrucción de muchas familias.

“Las relaciones se enfrían cuando un miembro de la pareja se queda en Ecuador con los hijos y el otro vive aquí. Ha sido muy duro ver todo eso”, comenta. No es su caso, porque vino soltera. También reconoce que no pasó las penurias de otros ecuatorianos. Incluso dice haber encontrado la felicidad, porque se casó hace tres años con un ecuatoriano. ¿Piensa volver? Es una pregunta que no tiene respuesta.

Textuales: Varios trabajos
Geovany Briones
ECUATORIANO INMIGRANTE
“Al principio todo fue difícil. He hecho de todo: mozo, albañil, repartidor de publicidad , etc”.

José Pincay
ECUATORIANO INMIGRANTE
“Cuando no tuve trabajo, recibía el paro (subsidio de desempleo) y la situación se hace más llevadera”. Diario El Universo

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