viernes, 28 de junio de 2013

Seis meses de plazo para devolver frecuencias ilegales

“La reversión (de frecuencias) será inmediata y tomando como referente un informe de auditoría que revela que más de 700 frecuencias fueron entregadas de forma ilegítima”.
Lo dijo la presidenta de la Asamblea Nacional, Gabriela Rivadeneira (AP), aún con la euforia de los resultados de la votación y aprobación de la Ley Orgánica de Comunicación, el viernes pasado.
La Décima Disposición Transitoria de la Ley aprobada señala que la reversión será sobre la base del informe presentado el 18 de mayo del 2009 por la Comisión para la Auditoría de las Concesiones de las Frecuencias de Radio y Televisión creada por disposición constitucional.
Y agrega: “Las frecuencias de radio y televisión que no hayan sido otorgadas por autoridad competente, las que no han iniciado la operación en el plazo señalado en el contrato de concesión, las que no hayan pagado las tarifas de uso de concesión durante seis meses consecutivos, las que se hayan arrendado por más de dos años o transferido bajo cualquier modalidad el uso de la frecuencia a terceros y las que han convertido estaciones repetidoras en matrices o viceversa serán revertidas al Estado por la autoridad de telecomunicaciones, aplicando el debido proceso establecido en el reglamento que para estos efectos dicte la autoridad de Telecomunicaciones”.
El informe de la Comisión se presentó en mayo del 2009, dos años después del de la Contraloría que fue en noviembre del 2007. Y un adicional, de la Secretaría Nacional de Transparencia, en abril del 2009.
Fernando Buchelli, expresidente del Consejo Nacional de Radiodifusión y Televisión (Conartel), duda de que la reversión de las frecuencias otorgadas irregularmente llegue hasta el final, pero apoya la decisión de recuperar el espectro radioeléctrico para el Estado.
Buchelli, quien en la primera semana de junio del 2005 denunció que entre febrero del 2003 y marzo del 2005 –Gobierno del depuesto presidente Lucio Gutiérrez– se adjudicaron 199 frecuencias radiales (AM y FM) y 47 de televisión de forma ilegal, dijo que esto debió ocurrir hace mucho tiempo, sobre la base de las irregularidades mencionadas en el informe de Contraloría y los otros dos informes.
“Creo que el proceso se tornará complicado por la intervención de gente vinculada con el poder y que es poseedora de frecuencias”, anticipó.
Y vaticinó protestas de muchos afectados, incluidos los allegados al movimiento de Gobierno (PAIS), como los radiodifusores Galo Enríquez y Jorge Yunda (este último expresidente del Conartel), quienes, según Buchelli, se beneficiaron de frecuencias.
Con la reversión de frecuencias, el dirigente de la Conaie, Humberto Cholango, anunció que las organizaciones indígenas exigirán la concesión inmediata del 34% del espectro para radios comunitarias. “Tenemos derecho a reclamar el espacio que les corresponde a los medios comunitarios”.
En el país, recordó Cholango, existió una feria de frecuencias, confirmada no solo por la auditoría de Contraloría, que determinó como beneficiario a un sector de políticos que no cumplieron requisitos de ley para ser favorecidos del espectro.
La reversión de frecuencias preocupa a la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusores (AER), que se pronunciará hoy luego de una reunión de todos los núcleos provinciales.
Se prevé que el proceso de reversión dure no más de un año, desde la publicación de la ley en el Registro Oficial, que además en su transitoria vigésima segunda señala que las “personas que recibieron frecuencias de forma ilegal podrán devolverlas voluntariamente al Estado en seis meses. En estos casos el Estado no les reclamará reparación alguna ni devolución de los beneficios obtenidos por los concesionarios”.

Artículo 106

Distribución equitativa

Las frecuencias del espectro radioeléctrico para radio y televisión abierta se distribuirán en tres partes, reservando el 33% de estas frecuencias para la operación de medios públicos, el 33% para medios privados y 34% para los comunitarios. Esta distribución será progresiva y principalmente mediante:
1. La asignación de las todavía disponibles.
2. La reversión de las obtenidas ilegalmente.
3. La reversión por incumplimiento de las normas técnicas, jurídicas.
4. Las que regresen al Estado conforme a la ley.
5. La distribución de las frecuencias y de las señales que permitirá la digitalización de sistemas de transmisión de radio y televisión.

Informe

Irregularidades
En mayo del 2009, la Comisión de Auditoría de la Concesión de Frecuencias de Radio y Televisión presentó su informe en donde determinó irregularidades en las resoluciones del Consejo Nacional de Radio y Televisión (Conartel) desde 1997 que violaron la Constitución y las leyes, configurando un constante abuso de poder por parte de los miembros de ese cuerpo colegiado.
Peculado
Según la Comisión, ese abuso de las autoridades del Conartel, podría considerarse como peculado. Es decir, el mal manejo de los recursos o bienes del Estado, en este caso el espectro radioeléctrico.
Abuso de poder
El documento determinó que el abuso de poder se concretó, principalmente, con la ilegal integración del Conartel con miembros que a la vez eran concesionarios de frecuencias de radio y televisión.
Autoasignación
Además, señaló que los miembros del Conartel, directa o indirectamente (a nombre de terceros), se “autoasignaron” frecuencias, cuando la Constitución de 1998 prohibía que los miembros de un órgano de control tengan vinculaciones con el sector regulado.
Resoluciones
La Comisión revisó 5.500 resoluciones del Consejo entre 1995 y el 2008, y determinó que desde su primer presidente, Jorge Aguilar, hasta el penúltimo, Jorge Yunda, han sido concesionarios.

Reacciones

Hay que seguir el camino de la Ley, en treinta días quienes tengan frecuencias de radio deben justificar su legalidad, pues la tarea debe iniciar de inmediato”.
Mary Verduga, asambleísta AP
¿Se va a incluir en la reversión a radio Latina de Riobamba y las radios que obtuvo John Argudo cuando era diputado?, o la reversión será con dedicatoria a los no aliados al Gobierno”.
Andrés Páez, asambleísta CREO (Diario El Universo)
Bucheli: “Asignación de frecuencias fue una fiesta”
 
Fernando Bucheli, quien fue presidente dos veces (1997-1998 y 2005-2006) del Consejo Nacional de Radio y Televisión (Conartel), lo dice sin tapujos: “La asignación de frecuencias fue una fiesta, en la que todos los miembros del directorio buscaron su troncha, motivados por el enriquecimiento personal”, y en la que bajo la figura de devolución-concesión muchos vendieron las frecuencias a terceros.     
¿Quiénes manejaban el Conartel?
El Conartel estaba en manos de algunos malos representantes de la Asociación Ecuatoriana de Radiodifusión (AER) y de la Asociación Ecuatoriana de Canales de Televisión (Aectv), además de la Superintendencia de Telecomunicaciones, que recibía un 60% de los ingresos del Conartel. Un miembro era un radiodifusor, que consiguió frecuencias para sí mismo (Freddy Moreno).
El representante de AER (Lenin Andrade) también era del grupo, así como  quien representaba al Ministerio de Defensa, que tenía un contacto por una prima que estaba casada con el representante de AER, al igual que quien representaba al Ministerio de Educación (Nobor Reyes) que tenía una vinculación con Luis Almeida, de Sociedad Patriótica. Creo que era su jefe de prensa.
¿Se refiere al dueño de Radio Morena?
Almeida es un viejo conocido de la Superintendencia de Telecomunicaciones, del Conartel; es decir, siempre tuvo algún problema. Si mal no recuerdo, Adolfo Loza, que fue superintendente, no solo le ayudó a la concesión de frecuencias de su estación, sino, que también, le asignó otro tipo de frecuencias dada la cercanía que tenía con él.
Loza repartió como pan caliente las frecuencias, a cambio de que le defendieran en el Congreso, ya que habíamos presentado la reforma a la ley vigente. Allí salió Roosvelt Icaza (ex diputado), es decir, un abanico completo, entregado a los legisladores. Todas las frecuencias se vendieron por devolución-concesión.
Después, en 2007, se revirtió las frecuencias de Almeida, porque de acuerdo a la ley tenía  un año para  hacerlas operar, pero no se cumplió y se revirtieron. Es ampliamente conocido. Yo recuerdo que había una estación que estuvo dentro del informe de Montecristi, pero que  fue clausurada y le confiscaron los equipos. A los pocos días, vino un señor Quijije y me dijo que compró la frecuencia a Almeida. Me sorprendí. Fue igual con la Radio La Luna, que  fue un negocio hecho por Almeida o por su papá. Hablé con Paco Velasco y le solicité que  me diera una copia de la escritura.
¿Las decisiones las tomaba AER?
Cuando yo asumí la presidencia supe que tenía que pararles el carro. Desde el inicio el superintendente (Iván Burbano) y Andrade no instalaban las sesiones. Tuve que presionar al superintendente mediante una orden del   Congreso, que le advirtió que  estaba incumpliendo la ley. Luego entró al Conartel Jorge Yunda, quien consiguió frecuencias para sí mismo.
¿Qué significa la figura de devolución-concesión?
Esas son las patrañas que se han hecho. Cuando yo llegué al Conartel, la última vez, estos vivos se habían inventado un procedimiento que la ley no contemplaba que era reversión-concesión. Era una forma de vender la frecuencia  y presentar al amigo o al cliente al Conartel y éste concedía la frecuencia al nuevo dueño, cuando era patrimonio del Estado, no de concesionarios.
¿Quiénes se beneficiaron?
Hay casos como por ejemplo el de Bruno Frixone, que por resolución del Conartel vendió su frecuencia 95.7 (Radio Cumbres) a Héctor Delgado. En Guayaquil, Jorge Aque Ruiz vendió la frecuencia 94.1 a Antonio Tobar. Roosvelt Icaza y Jorge Yunda vendieron a través de este mecanismo. Hay que leer  esos informes. Ahora lo que hacen son fogonazos. Me llama la atención que no se haya leído los informes de la Contraloría y de la Secretaría Anticorrupción.

¿Fueron asignaciones de frecuencias a dedo?
Defino a la asignación de frecuencias como un festival, en donde el presidente del Conartel se concedía a sí mismo frecuencias de radio y otro sistema le entregaba a su hijo. O el caso de un señor de Manabí a quien le concedieron las frecuencias de un sistema de televisión nacional que nunca funcionó.
Así como las frecuencias de la radio Rumba, por ejemplo, que fueron vendidas y quien las compró me dijo que lo iba a hacer y yo le advertí que no lo hiciera porque esas frecuencias se iban a revertir. Curiosamente ahora suena como Rumba-América.
¿Por qué renunció a su cargo en el 2006?
En el 2006 recibí presiones para que entregara una frecuencia de radio a la Universidad Católica de Guayaquil, por parte del presidente Alfredo Palacio. Pero en esa época no había frecuencias para asignar. De la presidencia me enviaron una carta diciendo que era un compromiso que tenía Palacio con la universidad. Recibí presiones del secretario general, así como del adjunto de la Presidencia.
Como la presión fue tanta renuncié. En mi reemplazo ingresó un presbítero, Arsenio Larco, y se entregó la frecuencia realizando un arregló con Lozada para la entrega. Tiempo después, Larco entregó la concesión. Cuando él estuvo al frente se entregaron 30 frecuencias, cuando no habían. (Diario El Telégrafo)